A lo largo de esta semana con los alumnos de 3º y 4º de primaria trabajamos las rimas.
Quizá todos recordemos las cancioncillas de nuestra infancia, aquellas que no dejábamos de repetir cuando echábamos a suerte “pinto, pinto gorgorito” o en nuestros juegos “en la calle, lle lle veinticuatro, tro tro”.
Canciones rítmicas que se han transmitido de generación en generación y forman parte de nuestros recuerdos. Disfrutábamos de ellas en nuestros juegos ignorando los beneficios que nos aportaron estas rimas, y la importancia que tuvo aprenderlas y escucharlas para la correcta adquisición del proceso lecto-escritor. Distintas investigaciones así lo afirman, Defior (1996) corrobora su importancia afirmando que las rimas “son la capacidad de ser conscientes de las unidades en que se divide el habla”.
Las rimas ofrecen sensaciones nuevas a los niños ya que aparece el ritmo, la sonoridad, musicalidad, juego, etc. de una forma lúdica incorporan auditiva y visualmente el léxico escrito sin ser conscientes de ello, haciendo más atractivo y más natural la introducción al fantástico mundo de la lectura. No podemos obviar que aprender rimas mejora el lenguaje y beneficia la capacidad de la memoria.
Por todo esto, en Animación a la Lectura hemos estado trabajando las rimas. En un primer momento para motivarles y que la actividad resulte más significativa hemos jugado con sus nombres. Por ejemplo: Isabel-clavel, Alejandra-salamandra…
En un segundo lugar, el mismo juego lo he propuesto con palabras significativas para ellos, a partir de las cuales buscamos otras que rimen: bicicleta-raqueta, amiga-hormiga,…
Posteriormente, aumento el nivel de complejidad, y les pido que construyan frases sencillas con algunas de las parejas formadas o bien otras que los alumnos creen: el conejo se mira en el espejo.
El resultado de la actividad ha sido fantástico, los alumnos han estado muy motivados y muy creativos, se trataba de buscar cómo jugar con las palabras de una forma dinámica y divertida.
Os dejo algunas de sus rimas, incluso hay quien se ha atrevido a realizar una poesía.
“Ayer pasé un rato con un pato”.
“Me monté en la bicicleta y di una pirueta”.
“Tengo un gato que friega los platos”.
“Ayer me comí un helado con forma de dado”.
“El otro día con mi amiga me encontré con una hormiga”.
“En mi maleta tengo una carpeta y voy de camino a Añoreta”.
“Ayer me comí una hamburguesa y aunque le puse mayonesa sabía a fresa”.
“Ayer me comí una hamburguesa con mayonesa y frambuesa, pero no me gustó porque estaba muy espesa.
Luego jugué con la pelota que rebota, pero había una niña muy pasota.
Después jugué con un globo que tenía un lobo que parecía un poco bobo”.